Comandante “Che” Guevara ¡presente!

Comandante “Che” Guevara presente

Déjeme decirle, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad (…) hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas. Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización

Ernesto “Che” Guevara.
Discurso 1º Congreso Latinoamericano de Juventudes



14 de junio de 1928, Rosario, provincia de Santa Fé, Argentina nace Ernesto Guevara de la Serna, en un hogar de clase media alta, este niño aparentemente frágil, sacudido por el asma y protegido por su madre, creció fuerte gracias al aire de las sierras cordobesas, estudió en buenos colegios y empezó la carrera de medicina.

Analizando su contexto familiar, cualquiera hubiera predestinado una vida amable para Ernesto, típico devenir burgués del medio pelo argentino, tal vez hoy sería un amable anciano cuidando a sus nietos, sin embargo, vivió 40 años y cambió la historia.

Algunos dicen que su rumbo se torció el 29 de diciembre del 51´ cuando, aún sin concluir sus estudios de medicina inicia en motocicleta su primer viaje por el interior del continente americano junto a su amigo Alberto Granado.

En ese mítico viaje, quizás se enamoró de Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela, quizás logró conmoverse cuando la realidad social de esos países le entró por los ojos y se le anidó en el alma, quizás en un secreto conjuro las voces de Tupac, Juan Chamalin, de Lautaro atravesaron sus ruinas y lo llamaron, quizás por pura rebeldía, en cada kilómetro se fue desnudando de hipocresías y se dejó parir por América, se dejó seducir por la utopía de la vida y se parió, quizás por puro instinto se nació Che…simplemente Che.

Después vino Fidel, Cuba, la revolución, Bolivia y su asesinato, y ese destino de mito Che Comandante presente, ahora y siempre, hasta la victoria, estampado en las remeras y los grafittis, en las canchas de futbol, universidades y paredones derruidos de las villas de cualquier lugar, en cualquier continente, paradojas de la modernidad, su imagen se extiende gracias a la tecnología globalizada.

Más allá de encaramarse en caravanas alusivas, de repetir de memoria sus discursos, de gritar consignas contestatarias y efectistas, repetir la palabra del Che y no pasar a la acción es quedarse del lado de los colaboracionistas, en consecuencia no hay otra manera de homenajearlo que no sea vivir coherentemente, tal como lo hacen quienes en cada rincón del mundo sienten que ninguna injusticia les es ajena y actúan en consecuencia.

De la mano de estos hombres y mujeres, el Che va derrotando cada día al imperio, porque tienen claro que existe otro mundo posible y que para construirlo hay que tener conciencia que el mundo es bipolar, se divide en  el mundo de los explotadores y el de los explotados, y que en eso no hay medias tintas o se está de un lado o del otro, todo lo de más deviene en consecuencia.