La pasión es propia de la “raza humana”, y la elección de qué hacer y cómo con ella, pertenece a la libertad de cada ser. Suerte que Mario Benedetti eligió eternizar con “su pasión”, lo cotidiano; con cierto dejo de épica y con “la palabra sencilla” en el poema o la narración, logró hacernos sentir, vivenciar, que somos protagonistas de la realidad que nos toca.

A cada uno de nosotros la partida de Benedetti nos despertó diferentes sentimientos, a la mayoría les volvieron hasta las ganas de volver a leerlo, que es una manera de hacer que su muerte sea como la de la semilla.

Sin dudas, Mario, el uruguayo, como se presentó en la Carpa Blanca, ya es parte de este colectivo de “maestros” que nos ayudan a pensar con su ejemplo de vida, que detrás de la loca carrera por sobrevivir, de compulsión consumista, de individulismos suicidas estamos nosotros, los seres humanos, tan simples y sencillos como los poemas que construyó, tan “esencialmente necesarios”.

Las y los congresales del CCLXXIX Congreso Extraordinario expresamos nuestro homenaje al escritor y al militante y es nuestro deseo que podamos, en lo cotidiano, ser multiplicadores de sus obras y pensamientos para enseñar y aprender con nuestros estudiantes que se pude seguir cantando, que somos militantes de la vida y que cada pregunta tiene su respuesta.

Conesa, 29 de mayo de 2009

Comisión de Prensa del Congreso: María Inés Hernádez, María Clara Busso, Pedro Bichara, Secretario de Prensa