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Justicia, Justicia perseguirás para que vivas

18 de julio de 1994, se produjo el atentado a la AMIA, el mayor ataque terrorista perpetrado contra la sociedad argentina, que dejó 85 muertos y 300 heridos. 21 años pasaron desde entonces. La causa acumula miles de fojas pero el atentado aún no ha sido esclarecido.

El caso AMIA se transformó en un ejemplo de una encrucijada que mezcla la perversión del terrorismo, de la justicia y la política. De los servicios de inteligencia y policiales. De las mafias. Todo eso, a su vez, facilitado por la ineptitud, la burocracia y la negligencia, que a esta altura, son las distintas facetas de la complicidad.

Desde 1994 hasta hoy, la causa ha sido atravesada por intereses político partidario, económicos y de relaciones internacionales, al punto de fracturar a la organización que nucleaba a familiares de las víctimas del atentado. El último ejemplo ha sido la manipulación del suicidio del Fiscal a cargo de la causa, Alberto Nisman. Mientras tanto la justicia sigue ausente.

Trabajadores y trabajadoras de la educación de Río Negro hacemos nuestro el reclamo de memoria, verdad y justicia, porque la impunidad es inaceptable en una sociedad que se presume democrática. Solo así honraremos a los que ya no están y nos permitirá a esta y las generaciones futuras ser parte de un país más justo, solidario e integrado.

Gral. Roca – Fiske Menuco 18 de julio de 2015.

Consejo Directivo Central
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