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Jorge Candeloro

13/06/77. Jorge Candeloro y Marta García son secuestrados en Neuquén. El matrimonio se fue de Mar del Plata en 1975, huyendo de los grupos de choque de la Concentración Nacional Universitaria. Abogado laboralista en varios sindicatos, militante del PCR, Candeloro había tenido un rol central en la causa por el asesinato de Silvia Filler que en 1971 llevó a la cárcel a varios miembros de la CNU. En 1973, amnistiados, volvieron a sembrar terror en Mar del Plata. Por ese motivo, se radicaron en Neuquén, donde fueron secuestrado el 13 de junio de 1977.

Marta García señaló que “nos habíamos ido de Mar del Plata después de que a mi marido le pusieran una bomba en el estudio”, y explicó que “después de que nos detuvieron nos trasladaron un 20 de junio al centro clandestino La Escuelita en Bahía Blanca y finalmente a La Cueva de Mar del Plata, donde empezó el horror”.

Tras escuchar morir a su marido y vivir desde La Cueva la Noche de las Corbatas del 6 de julio de 1977, como se conoce al secuestro de un grupo de laboralistas marplatenses, García fue trasladada a la comisaría 4ª, donde estuvo otros tres meses. Allí concurría el juez Hooft. “Un día grité ‘¡doctor Hooft, soy la señora del doctor Candeloro!’, con la esperanza que uno tiene en la Justicia. El juez preguntó ‘¿quién está acá?’, le dijeron ‘una mujer a disposición de las Fuerzas Armadas’, y después escuché cómo los pasos de la justicia se alejaban”, resumió.

Hooft fue denunciado como partícipe de 148 delitos de lesa humanidad por las secretarías de Derechos Humanos de Nación y provincia, la Comisión Provincial por la Memoria y organismos de Mar del Plata. En 2007 funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires hallaron el expediente que durante más de 20 años el Juez Hooft denunciado penalmente y sometido a un jury de enjuiciamiento había negado sistemáticamente a todos los órganos judiciales y administrativos que se lo solicitaban. Se trata del habeas corpus que Nicolás Candeloro interpuso a favor de su hijo Jorge y su nuera Marta García en 1977.


Fuentes y notas relacionadas

Memorias de un hijo presente

Cuando se habla de mi padre siempre se lo hace con este título ¨el caso Candeloro¨, Jorge Roberto Candeloro fue secuestrado en la fatídica Noche de las Corbatas junto a mi madre y otros abogados laboralistas de Mar del Plata. Había estudiado derecho en la Facultad de La Plata y era militante del PCR, Partido Comunista Revolucionario, a pesar que sus actuales ¨camaradas¨ niegan que haya sido así, pero esa es otra historia que no vale la pena contar.

Mi padre nació en Mar del Plata, se dedicó siempre al derecho laboral, formaba parte de la Gremial de abogados y trabajó junto al Doctor Centeno que fue el co-autor de la Ley de Contrato del Trabajo, como alguna vez yo mismo escribí acerca de mi padre y de los abogados laboralistas desaparecidos ¨el objetivo de la noche de las corbatas fue eliminar a un grupo de abogados que además de defender los derechos humanos y de los trabajadores entorpecían el accionar del poder económico y del Plan Martínez de Hoz¨. Mi padre molestaba a los intereses políticos locales, porque defendía los derechos de los trabajadores, fue abogado del sindicato de prensa y del combativo sindicato de minas y canteras junto al Doctor Zavala Rodríguez.

Después de la bomba que le pusieron en el estudio, junto a mi madre, mi hermana y yo, decidió irse al sur, más precisamente a Neuquén. Ahí continuó su trabajo de abogado laboralista y hasta ahí fueron a buscarlo. Lo trasladaron a Mar del Plata junto a mi madre. Marta Haydeé García de Candeloro fue liberada 6 meses después, un 8 de diciembre de 1977, mi padre jamás apareció.

Bertolt Brech dijo una vez: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida, esos son imprescindibles”.

Me gusta pensar en él como en un ¨imprescindible¨, alguien digno que se fue para que este mundo sea más habitable, si, es verdad, también perdí a mi papá, una figura paterna y miles de cosas más, pero…cuando pienso en él y en sus compañeros desaparecidos me doy cuenta que no solo nos privaron de conocer a nuestros padres, sino a todos de un futuro mejor. Apenas tengo tres fotos con él, sacadas un poco antes que lo fueran a buscar, las atesoro como a nada en mi vida y son la prueba gráfica de que mi padre alguna vez me sonrió.

Porque luchó hasta sus últimos días, por que no había ninguna flexibilización laboral que lo doblegara, porque fue fiel a sus principios, porque quiso equilibrar la balanza, porque intentó cambiar las cosas, por que fue capaz de dar su vida por sus ideales y por que lo extraño. Es por eso que hoy lo recuerdo. No te preocupes papá, la justicia que no encontraste, hoy la estamos reclamando. Porque nacimos en su lucha, vivirán en la nuestra.

Juan Marco Candeloro

Periodista e hijo de Jorge Roberto Candeloro, abogado laboralista, desaparecido en ¨La Noche de las Corbatas¨