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El CEM 13 de Mainqué se denomina “Profesor Héctor Luis Roncallo”

Desde el 18 de noviembre, el Colegio Secundario de Mainqué lleva el nombre Héctor Luis Roncallo, como un merecido homenaje a nuestro compañero, integrante del Consejo Directivo Central de UnTER, por su compromiso con la educación. La nominación es producto de una definición tomada de manera unánime por la comunidad educativa del CEM 13. Si hay una forma de reivindicar la tarea de un docente ésta es una de las más importantes, porque la tarea y el ejemplo trasciende a las generaciones.

Héctor Roncallo es fundamentalmente un referente sindical, de los denominados “históricos” por los mismos militantes, figura indiscutible a la hora de pensar la historia de la UnTER, su presente y su continuidad.  

Participó en el Congreso constitutivo de la UnTER, formó parte de comisiones que mantuvieron el sindicato de pié durante la dictadura cívico militar y eclesiástica iniciada el 24 de marzo de 1976. Trabajó para la reconstitución en democracia, fue Secretario General durante dos periodos consecutivos 1986 – 1989 y 1989 – 1992. Ejerció la Vocalía Docente, como prefiere llamarle a la mal o bien nominada Vocalía Gremial, porque “la representación en el CPE es de la docencia no solo del sindicato”.   

Ya jubilado de la docencia, no lo está de la militancia, es vocal reelecto del Consejo Directivo Central (2016 – 2019). Mantiene el dictado de jornadas de formación sobre legislación educativa y de formación de cuadros para delegadas y delegados de escuela, con la historia del sindicato. Acompaña las discusiones sobre política educativa de los niveles, formó parte de la comisión sobre nomenclador, y es miembro de la Escuela de formación permanente pedagógica, político sindical y ambiental “Rodolfo Walsh” y Coordinador provincial del Departamento Socioambiental “Chico Mendes”, ambos espacios de la Secretaría de Educación de la UnTER. 

Metódico con la legislación, su trabajo ha sido publicado por el sindicato y la Mutual del Magisterio en cinco ediciones de “Legislación Básica para Trabajadoras y Trabajadores de la Educación de Río Negro”. Material que también publica en la sección “Legislación Educativa” de la página web de UnTER, que permite el acceso al conjunto de docentes a Resoluciones, Decretos, Estatuto del Docente y demás normativas que involucran al sistema educativo.

 
 
Camino de un trabajador de la educación
 
En diciembre de 1973 rindió la última materia para recibirse como profesor de matemática y física en el bachillerato de Rafaela, Santa Fe, en febrero de 1974 comenzó a trabajar en Roca, Río Negro. Para estudiar fue tornero, empleado bancario y ayudante de laboratorio de una clínica. En 1973 votó en Santa Fé y supo ser delegado bancario. 
 
Al día siguiente de llegar a Roca ingresó a una fábrica como empleado administrativo. Era febrero de 1974, las inscripción docente se realizaba en las escuela, existía la Junta pero no las Supervisiones. “Me anoté en el Normal, Colegio Secundario Nº 1, tenía el departamento de aplicación que después se transformó en Escuela Primaria Nº 260”, recordó Héctor Roncallo en un reportaje realizado por la secretaría de prensa, “el director del Normal era José Manuel García y en el departamento de aplicación estaba Italo Laría”. Escaseaban docentes con título, en marzo asume muchas horas cátedra. En abril regresó a Santa Fe, se casó con Ana con quien hasta hoy comparte la vida y se radicaron en el Alto Valle. 
 
José Manuel García, director del Normal, lo impulsó a participar sindicalmente, recordó que “en ese momento estaban conformados en Roca el “Centro de Docentes Domingo Faustino Sarmiento”, el de Regina se denominaba: “Elevación”, nombres que tenían que ver con un modelo histórico político – educativo de la época”. Era el momento de transición entre la Federación de Docentes Rionegrinos y la UnTER, “en ese proceso me formé, discutí, participé”, señaló. 
 
A los dos meses de participar fue electo por sus compañeros nombrado para coordinar una nueva comisión organizadora. Ese período que se inició en febrero de 1974 concluyó en junio con la formación de la UnTER.  El compañero Roncallo integró la comisión redactora del Estatuto que rige aun hoy, con algunas modificaciones.  
 
En 1976 no existía la licencia gremial, Héctor era docente en la Escuela Normal y Secretario General de la Seccional Roca, “la actividad gremial la hacíamos de las 6 de tarde en adelante, el encontrarnos con los docentes. Recorría escuelas cuando tenía horas intermedias o cuando tenía una sola hora cátedra y me quedaba libre la tarde. La licencia gremial existió en los 80”.
 
Educar dentro y fuera del aula, siempre atento a las innovaciones. Recuerda que se molestaba cuando al ingresar al aula y los estudiantes debían levantarse para saludarlo, desde su materia buscó cambios, por ejemplo cuando les hacía escuchar  “Les Luthiers” para enseñarles el teorema de Pitágoras, y explicar “qué quiere decir esto de las paralelas y las proporcionalidades”.
 
Llegó la dictadura, la persecución y las prohibiciones. Sin embargo, las y los docentes buscaron estrategias para reunirse. En Roca, UnTER continuó convocando, con la firma de Roncallo, para la cena del día del maestro y todos los 11 de septiembre a las 11, realizaban el acto.
 
En 1979, a instancias de compañeros que se movilizaron activamente: Wenceslao Arizcuren, Coco Serrano, Miguel Angel Flores de Viedma, Yolanda López de Regina, Daniel Gómez de Cipolletti, rescataron la Ley de Aportes a la Obra Social Docente y así crearon la Mutual del Magisterio Rionegrino.
 
Continuó la lucha dentro y fuera de las aulas, haciendo realidad la premisa “yo no soy si no soy con el conjunto”, así llegó al colegio secundario creado en Mainqué, donde asumió como director con apenas 26 años y dejó su impronta en cientos de estudiantes, que ahora como parte de la comunidad educativa decidieron poner su nombre en el establecimiento. Con la misma decisión que sostenia el sindicato en la época oscura de nuestro país, logró que estudiantes exiliados de Chile pudieran terminar sus estudios. Durante 10 años construyó la identidad de esta escuela.
 
Con el regreso de la democracia, fue elegido como Secretario General de la UnTER en dos períodos, acompañó a las conducciones locales y provinciales en cada instancia donde su opinión, su trabajo y su compromiso fuera necesario y lo continúa haciendo sin dudar, aun viviendo en El Bolsón, porque como dicen sus antiguos estudiantes, es profesor de mucho más que matemática sino de valores para ser buenas personas, el valor de la solidaridad y el coraje de luchar contra lo injusto.
 
Gral. Roca- Fiske Menuco, 5 de diciembre de 2016.
 
María Inés Hernández, Secretaria de prensa, comunicación y cultura