El 14 de marzo de 1988 decidimos decir no al abandono de la Escuela Pública, por decisión unánime se inició, desde los cuatro puntos cardinales, la Marcha Blanca. El 23 de mayo no se pudo llegar a la Plaza de Mayo, el gobierno de Raúl Alfonsín impidió el ingreso al escenario de nuestras luchas. Desde entonces, en esa fecha se festeja el Día del/la Trabajador/a de la Educación.
Una larga y contundente huelga de 42 días, una marcha enorme que partió desde los cuatro puntos cardinales del país, recorrió pueblos y ciudades, en donde se organizaron actos y homenajes.
Se promovió la unión entre sí y con la comunidad para reclamar por una nueva ley de educación nacional para el pueblo argentino, salario básico unificado y paritaria nacional para la docencia.