“Para los que de sangre salpicaron la patria, pido castigo”
Pablo Neruda
Bronca, indignación, espanto. El cabo Poblete, condenado a cadena perpetua por el asesinato de Carlos Fuentealba, se pasea, sale de compras, con total y absoluta impunidad por las calles de Zapala. Vergüenza además, por quienes admiten y permiten semejante agravio a la justicia, a familiares, compañeras y compañeros docentes, estudiantes y a la sociedad.