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La memoria estalla hasta vencer

UnTER lamenta profundamente el accionar vandálico ocurrido en Ingeniero Huergo, contra el cartel que recordaba a Jorge Muneta y su madre Cándida García, detenidxs desaparecidxs de la localidad. Sin dudas, son los mismos que por décadas, impusieron el silencio sobre sus historias y ahora comulgan con la política del olvido que se pretende instaurar en nuestro país.

Advertimos que esta muestra de intolerancia, es tan violenta como inútil, porque pone en evidencia la carnadura moral de los responsables ideológicos y materiales, mientras resalta la fortaleza de quienes durante años se negaron a olvidar a Jorge y Cándida, entre ellxs docentes que trabajaron con sus estudiantes, como el grupo “Arte y Conciencia” del CEM 34 (hoy ESRN 34), que impulsó la Ordenanza Municipal 544/11, instituyendo la creación del “Paseo de Nunca Más”, en la zona parquizada del ferrocarril y autorizó la instalación de un monolito recordatorio. Medida que nunca se cumplió, hasta ayer domingo 24, en que un grupo de vecinxs lo hizo realidad.

Pretendieron volver al ostracismo, la historia de uno de los jóvenes más brillantes que nació en Ingeniero Huergo: Jorge Muneta, secuestrado el 12 de enero de 1977, a los 27 años en Buenos Aires, era contador, dos años antes había sido elegido Vicedecano de Rodolfo Puiggros, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires- UNPBA. Cándida Garcia, su madre fue secuestrada al día siguiente, junto con la compañera de su hijo Susana Jorgelina Ramus. 

Permanecieron detenidos en la ESMA y se los llevaron en los vuelos de la muerte, mientras que Susana quedó como “trofeo de guerra” de los genocidas. De los testimonios de sobrevivientes en la Mega Causa por delitos de Lesa Humanidad se desprende la fortaleza de Jorge para no delatar a sus compañeros de militancia, la apropiación de los bienes de Cándida por parte del Tigre Acosta y el sometimiento psicofísico de Susana, que permitió condenar al grupo de tareas que los secuestró comandado por Emilio Eduardo Massera, no solo por la desaparición y tortura, sino también por ladrones y violadores. 

A 43 años del golpe genocida, gracias a las políticas de reconstrucción de la memoria, de comprobar en los Juicios por Delitos de Lesa Humanidad el horror impuesto por la dictadura genocida, la persistencia de metodologías de censura, resulta preocupante, porque significa que todavía existen quienes se creen impunes al juicio de la historia. Advertimos que se equivocan, no pudieron apagar el recuerdo intenso que dejó Jorge Muneta en sus compañrxs ni la sonrisa luminosa de Cándida en sus amigas, a quienes encargó su casa, cuando partió a Buenos Aires a reunirse con su hijo para nunca volver.

Exigimos que la comuna de Ingeniero Huergo cumpla la Ordenanza 544/11 y contribuya a restaurar lo que los intolerantes de siempre destruyeron. El respeto de todxs por las leyes, hacen una sociedad más justa. No hay piqueta que rompa la memoria, no hay silencio que acalle la historia, no hay camino de retorno cuando un pueblo reconoce a sus protagonistas. La madera que arrancaron, será reemplazada una y otra vez, porque no hay instrumento humano que pueda quebrar la voluntad de quienes se comprometieron con la memoria, la verdad y la justicia. Jorge Muneta y Cándida García ¡Presentes!, ¡Ahora y Siempre!

Roca – Fiske Menuco, 25 de marzo de 2019.

Viviana Orellano, Secretaria de Derechos, Género e Igualdad de Oportunidades
María Inés Hernández, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura
Benjamín Catalán, Secretario Gremial y de Organización
Marcelo Nervi, Secretario Adjunto
Patricia Cetera, Secretaria General


Fotos Grupo Arte y Conciencia- Ingeniero Huergo