El 4 de abril de 2.007, mientras marchaba por los derechos sociales, al  compañero Carlos Fuentealba lo asesinaron de un tiro en la cabeza por orden de Sobisch y Cia.

La docencia de Río Negro expresa su solidaridad con la docencia neuquina frente a la afrenta a los valores de la vida, la libertad y los derechos, que significa la oportunidad que el asesino Sobisch tiene de volver a instalarse públicamente en la interna del MPN, como si fuera un ciudadano más y no alguien todavía debe rendir cuentas en la justicia como principal responsable politico del fusilamiento público del compañero Carlos Fuentealba.

Las y los trabajadores de la educación repudiamos y exigimos el inmediato esclarecimiento al atentado perpetrado por anónimos al cartel situado en Arroyito en el lugar donde fue asesinado el Compañero Carlos Fuentealba.

A tres años del asesinato del compañero Carlos, la confirmación de la condena a cadena perpetua del oficial Poblete ha sentado un precedente histórico pero no significa el cierre del caso, pues no habrá justicia para Carlos, hasta tanto no sean juzgados y condenados todos los autores intelectuales de su asesinato. Fundamentalmente, el exgobernador Jorge Sobisch, quien no dudó en dar la orden de reprimir, y luego fue capaz de vanagloriarse de su mano dura, como instrumento de poder para reprimir la protesta social, que refleja los justos reclamos de una comunidad que exige condiciones dignas de trabajo.