Un dos de abril diferente: Memoria, Verdad y Justicia por Malvinas

El recorrido histórico del reclamo por las Islas Malvinas, permite reconocer las diferentes miradas ideológicas desde las que se abordó la causa, con su correlación entre la diplomacia, lo político y la educación.

Desde UnTER honramos la memoria de hombres y mujeres que protagonizaron acciones en pos de la recuperación de un territorio usurpado por el imperialismo. También a quienes regresaron de la guerra y no soportaron la indiferencia de una sociedad exitista que durante años lxs relegó al olvido, lo mismo que los crímenes de lesa humanidad cometidos contra conscriptos.

Sin dudas la guerra de 1982, fue una bisagra en nuestra historia reciente, no despojada de la perspectiva ideológica de los gobernantes. Traducida en números, este conflicto bélico se revela con toda su crudeza dentro y fuera de las islas, en dictadura o en democracia: duró 74 días, 33 de ellos fueron de combate intenso, que incluyó la lucha cuerpo a cuerpo con bayoneta calada. Del lado argentino se registraron 649 caídos, de los cuales, 323 fueron víctimas del hundimiento del ARA General Belgrano, que navegaba fuera del área bélica, acción nunca condenada por los organismos internacionales.

Terminada la guerra, comenzó un proceso de  “desmalvinización” del relato durante la década del ochenta, cuando se montó la operación política y mediática para invisibilizar los justos reclamos de excombatientes

De los que regresaron, la mayoría sufre las secuelas físicas y psicológicas que se encuadran en el  stress postraumático. A la fecha, más de 500 veteranos se suicidaron, a lo que se suman los suicidios de sus hijxs, por falta de contención y asistencia profesional.

A esto se suman más de 100 denuncias por graves violaciones a los derechos humanos cometidas por oficiales y sub oficiales de las Fuerzas Armadas. Luego de numerosas presentaciones, en febrero de este año se logró el procesamiento de cuatro militares, en un fallo histórico, la jueza federal de Río Grande, Mariel Borruto, consideró que la imposición de torturas a soldados conscriptos durante el conflicto bélico fueron delitos de “lesa humanidad”, por lo tanto imprescriptibles, que abre la posibilidad de la continuidad de todas las causas.

En definitiva Malvinas, es una herida profunda que nos atraviesa, un dolor que no cesa y que a medida que pasa el tiempo es posible visibilizar nuevas facetas, como las historias de las mujeres que participaron en el frente en su mayoría como voluntarias, enfermeras e instrumentadoras quirúrgicas parte del personal civil en las fuerzas armadas, incluso una de ellas, Liliana Collino, pisó territorio isleño

a bordo un Hércules C-130 en el que se transportaban contenedores y heridos, a quien nunca se le reconoció su tarea ni siquiera para un ascenso. Nuevas historias, la misma angustia porque en el recuerdo de estas mujeres está la verdadera condición en la que volvían nuestros soldados y los horrores vividos, pero se las ignoró, al punto que también están negadas en el cambio de nominación de la efeméride oficial, porque en el inconsciente colectivo el veterano de guerra siempre es varón.

La lucha contra el colonialismo se mantiene, nuestro país ha demostrado las razones políticas y territoriales que demuestran que las Malvinas fueron, son y serán Argentinas. Recuperamos la valiente lucha de Antonio “el Gaucho” Rivero, peón de campo argentino conocido por liderar un alzamiento en las islas Malvinas en 1833, para expulsar a los británicos. El solitario vuelo de Miguel Fitzgerald en 1964, la “Operación Cóndor” en 1966, cuando 18 jóvenes, coordinados por Dardo Cabo y María Cristina Verrier aterrizaron en Malvinas e izaron nuestra bandera como un acto de reivindicación y advertencia al dictador Onganía, que estaba en plena negociación con Inglaterra.

10 años después, Cabo y cinco “cóndores” fueron asesinados por otra dictadura impulsada y sostenida por los mismos cómplices del poder económicos del onganiato y cuyas raíces se inscriben entre las familias patricias que más de cien años atrás, condenaron al Gaucho Rivero por enfrentar a sus amigos ingleses. Las mismas que gobernaron nuestro país los últimos cuatro años y que intentaron diluir el reclamo soberano en negociaciones espurias. También el ejercicio de la memoria debe permitirnos reconocer que en estos matices de la historia, hay demasiados nombres que se repiten al momento de entregar nuestro destino a los intereses foráneos.

Con la convicción que la Cuestión Malvinas, debe mantenerse en debate, sin falsos chauvinismos, comprendiendo la realidad geopolítica de antes y ahora; avalamos el reclamo de nuestra soberanía por la vía pacífica de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios circundantes, que logra adhesiones en todos los organismos internacionales y que incluso, cuenta con apoyo de organizaciones civiles y de derechos humanos dentro del mismo imperio británico, que también suma tantos suicidados como caídos durante la guerra.

Hoy en un contexto mundial cambiante, dónde los intereses económicos del sistema se resquebrajan no por la guerra, sino por un virus inédito, se nos suma el desafío de romper el aislamiento también por Memoria, Verdad y Justicia para lxs excombatientes de Malvinas. Contamos con la educación como herramienta fundamental para sostener  la lucha en defensa de nuestra soberanía, honrando la memoria de quienes cayeron y la vida de quienes regresaron.

A continuación sugerimos actividades para mantener la memoria activa

Las mujeres argentinas de la guerra de Malvinas

Una mirada que pocas veces se aborda en el tratamiento de esta fecha es la merecida reivindicación de las mujeres que prestaron sus servicios en la Guerra de Malvinas. La historia no habla de ellas. Si a los soldados se los condenó al olvido, a ellas directamente se las invisibilizó por completo. Aquí unas notas que rescatan sus historias y el valor que supieron conseguir:

Condecoración y reconocimiento a mujeres argentinas

En el año 2014, por primera vez, el Estado Nacional condecora con Medallas al Valor y da lugar a un postergado reconocimiento a las voluntarias que actuaron en la guerra de Malvinas, se arriesgaron, sufrieron, miraron a la muerte cara a cara y regresaron plenas de desazón. Son veteranas de guerra.

El pasado 14 de marzo, 31 años después de su silenciosa acción valerosa, el Ministerio de Defensa entregó la correspondiente Resolución junto con un Diploma, honor al que en calidad de ex combatiente femenina había accedido la Teniente Coronel del Ejército Argentino Dña. Juana Azurduy, a 16 instrumentistas, enfermeras y tripulantes de barcos, las que viajaron al sur del país en 1982.

Los nombres de Susana Mazza, Silvia Barrera, María Marta Lemme, Norma Navarro, María Cecilia Ricchieri y María Angélica Sendes, embarcadas en el Rompehielos ARA “Almirante irizar”, más los de Mariana Soneira, Marta Giménez, Graciela Gerónimo, Doris West, Olga Cáceres, Marcia Marchesotti, María Liliana Colino, Maureen Dolan, Silvia Storey y Cristina Cormack, embarcadas en diferentes buques mercantes argentinos, se inscribieron así en la historia nacional, todas ellas son Veteranas de Guerra, fueron parte de las tripulaciones de los buques argentinos que participaron en el conflicto de Malvinas.

A las seis primeras, además del Diploma de Reconocimiento como veteranas de guerra, se las Condecoró con la Medalla al Valor. Ellas guardan diplomas, condecoraciones y vivencias, todas estas que compartieron por haber conformado, en junio de 1982, el grupo de instrumentistas del Irizar.

Fuente: Irizar

Es valioso el aporte de una partícipe mendocina en la Guerra de Malvinas, se trata de Marisa Alejandra Peiro, quien se desempeñaba como enfermera en el Hospital de la Base Naval Puerto Belgrano en 1982 y que, junto con otras compañeras, asistieron a los heridos del conflicto bélico. Ella nos relata que:

“… la noche del 2 de abril, en el inicio de la guerra con Gran Bretaña por las islas Malvinas, cumplía guardia en el hospital naval de Puerto Belgrano. Me tocó recibir al cabo primero buzo táctico Ernesto Urbina, el primer herido de la guerra, lo habían herido junto al Teniente de Fragata Buzo Táctico Diego García Quiroga, ayudante del fallecido en el mismo combate Teniente de Navío Buzo táctico Pedro Edgardo Giaquino, el primer muerto argentino durante la toma de la casa del Gobernador británico de las Islas. Lo atendimos lo mejor que pudimos, lo trasladaron al hospital naval de Buenos Aires y después no lo vimos más. Hace 4 meses, a 20.000 kilómetros de mi país, en un anuncio de los medios de comunicación encontré el nombre del señor Urbina —relató la mujer—. Le pregunté que era de aquel cabo. ‘Soy yo. Siempre busqué a esa enfermera que me recibió esa noche’, me dijo. Fue mi mayor experiencia en la profesión.”, contó Peiro, quien nació en Mendoza y ahora vive en Canadá.

http://www.irizar.org/CondecoracionMujeres.html

Además de cumplir con su valiosa tarea, las enfermeras que estuvieron en los distintos buques que recorrieron la zona del conflicto y las que se encontraban en la Base Naval de Puerto Argentino desempeñaron un rol fundamental para con los soldados que llegaban heridos y muchas veces mutilados y fue la contención afectiva de estos jóvenes que, según las propias declaraciones de estas mujeres, solían confundirlas con sus madres, novias o hermanas. Por ello, el doble rol que cumplieron merece el reconocimiento y el profundo agradecimiento por su desempeño.

Dejamos los siguientes links para ampliar la mirada de la mujer en el conflicto de Malvinas:

La causa Malvinas en la historia

El recorrido histórico del reclamo por las Islas Malvinas, permite reconocer las diferentes perspectivas ideológicas desde las que se han llevado adelante las actuaciones diplomáticas, incluso después del conflicto armado en el contexto del terrorismo de Estado en 1982. No siempre los reclamos tuvieron su base en el concepto de la soberanía territorial, dependía mucho de los intereses económicos y políticos de cada gobierno nacional.  Sin embargo, para la mayoría del pueblo argentino, las Islas Malvinas y del Atlántico Sur son parte de un sentimiento tan fuerte como parte de nuestra identidad. 

Te invitamos a ver este video, que relata diferentes intentos de reivindicar la soberanía en Malvinas, previas al 2 de abril de 1982.

  • A partir del video se puede sugerir que se investigue sobre la vida de Antonio “el Gaucho”  Rivero,  y escribir un perfil sobre su figura.
  • También se puede realizar un análisis comparativo entre las diferentes épocas en las que se desarrollaron estos actos, casi en soledad, de reivindicación soberana en las Islas, para realizar un texto argumentativo sobre las razones que han permitido silenciarlos en la historia oficial.
  • El rol de los medios de comunicación, la construcción del relato: realizar un análisis comparativo del tratamiento periodístico respecto de la Operación Cóndor y la Guerra de Malvinas. Tomar como referencia los  conceptos desarrollados por Darío Darío Sztajnszrajber respecto a la posverdad. Realizar un artículo de opinión sobre la influencia de los medios en la construcción de ideas y sentidos en la sociedad.

Material para consulta

Pensar Malvinas -Capítulo 2: Las islas en el imaginario argentino antes de la guerra.

Memorias de un aviador solitario y su aventura en las islas Malvinas, Miguel FitzGerald fue el primer argentino en volar a las islas y plantar la Bandera nacional. Lo hizo en 1964, piloteando un Cessna, el día de su cumpleaños. Dejó una proclama y regresó. Sandra Russo, Página 12, 9/09/06.

Operativo Cóndor. El 28 de septiembre de 1966 y junto a diecisiete jóvenes, Dardo Cabo desvió un avión de Aerolíneas Argentinas que iba hacia Río Gallegos y aterrizó en las Islas Malvinas para desplegar siete banderas argentinas, en el marco del llamado Operativo Cóndor. En Facebook de Museo Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur.

Operativo Cóndor, (Una patriada Argentina) Expositor Lic. Marco Roselli. Instituto Superior Dr. Arturo Jauretche.

Medios masivos de comunicación, la construcción del relato

Operación Cóndor, 1996 Recortes periodísticos, para descargar.

Medios y dictadura: el caso Malvinas, UNIPe.

Darío Sztajnszrajber y la Posverdad